lunes, 16 de noviembre de 2009

TITANIC

Apreté su mano con fuerza mientras descendíamos rápidamente hacia el agua helada .Desde la proa podía observar como hombres, mujeres e incluso niños caían al mar, como pronto nos ocurriría a nosotros. Lo miré. De nuevo me prometió que no íbamos a morir, que siempre estaríamos juntos. Sonrió, pero la alegría de sus labios no llegaba a sus ojos, en los que podía ver el miedo que tenía.
El barco siguió hundiéndose hasta que caímos al agua. El frio se metía en mi cuerpo clavándose como agujas e impidiéndome respirar. A mí alrededor se extendía la agonía y la desesperación de los viajeros del barco que yacía en el fondo del mar… cuando encontré a Jack había cogido un trozo de madera, me dijo que subiera y él se quedó en el agua agarrando mis manos con fuerza.

Titanic , el barco de los sueños .Así era como lo conocíamos hace casi cien años ; el barco de las nuevas oportunidades y de la felicidad .
Por aquel entonces yo era el tipo de mujer que debía ser: elegante, distinguida y hermosa, pero en mi interior escondía una mujer completamente distinta: apasionada y deseosa de hacer cuanto quisiera. En cambio mi madre era todo lo contrario; creía que para triunfar en la vida tenía que aparentar ser lo que no era.
Mi prometido, Carl, era un hombre egocéntrico, rico y malcriado que ansiaba casarse con una joven hermosa de buen apellido, con la que poder compartir su fortuna. Juntos nos embarcamos en el Titanic y nos quedamos asombrados con el lujo de las habitaciones, comedores, salas y demás comodidades del barco, pero lo que a mí me preocupaba eran los pocos botes salvavidas que había en la cubierta.
Durante nuestra estancia asistimos a numerosas fiestas, siempre hablando de lo mismo y siguiendo la misma rutina. En una de esas fiestas mi prometido me enfado tanto que salí corriendo hacia la popa dispuesta a saltar por la borda. ¡No podía más ¡ Prefería morir a seguir viviendo doblegada por mi madre y mi prometido.
Estaba lista para saltar, pero algo me detuvo, probablemente el miedo. Pero al girarme lo vi por primera vez .Aun recuerdo su mirada firme y segura a través de esos ojos azules y la manera en la que me salvó la vida cuando estuve a punto de caer. Jamás habría imaginado que ese chico pobre de tercera clase cambiaría por completo mi vida, pero así fue.
-Bueno, dudo que mis aventuras amorosas os interesen lo más mínimo
-Para nada, Rose, cualquier dato relacionado con la historia del Titanic nos será de gran ayuda para encontrar el colgante que llevaba en el retrato que encontramos.
-Ese colgante era mío, Carl me lo regaló. Pero nunca lo he querido .Tenía un valor incalculable, pero para mí no tenía ninguna importancia, solo era un regalo de un hombre al que no amaba. ¿Queréis que os cuente lo que me ocurrió con ese colgante?
-Si abuela, ¿está relacionado con ese muchacho?, ¿Cómo se llamaba?
-Jack .Creo que lo que me enamoró de él no fueron sus cautivadores, si no su forma de vivir la vida: llendo de un lugar a otro sin rumbo fijo y, sobre todo, su libertad. Todo cuanto yo quería, y podía tenerlo junto a él. Pero estuve a punto de dudar de sus intenciones cuando la noche que se hundió el barco , cuatro horas antes, los policías del barco nos llevaron junto a Carl , que acuso a Jack de robarme el colgante , yo no me lo podía creer , pero lo sacaron de su bolsillo. A él se lo llevaron a un compartimento del barco en la parte más baja y yo me fui con mi prometido y mi madre a uno de los botes salvavidas.
Cuando descubrí la farsa, creí que sería demasiado tarde, pero conseguí salvar a Jack cuando el agua le llegaba hasta la cintura.
Juntos tratamos de llegar a un bote salvavidas, pero ya no quedaba ninguno. El caos reinaba en la cubierta, y aunque los músicos seguían tocando, algunos viajeros se lanzaron por la borda, otros cayeron cuando el barco se hundió por la proa. Pero Jack y yo caímos al agua juntos desde la barandilla de la popa cuando el barco se sumergió completamente.
Por un segundo perdí a Jack y un señor me agarró tratando de flotar. Si Jack no me hubiera salvado habría muerto ahogada. Encontró un trozo de madera y me subí a él, pero Jack permaneció en el agua, agarrando mis manos con fuerza. Entonces supe que había perdido las esperanzas de vivir porque me dijo las palabras que cambiaron por completo mi vida:
-Rose, lo mejor que he hecho en mi vida ha sido a subir a este barco, no me importa morir con tal de haberte conocido .Eres la mujer con la que siempre había soñado y te pido por favor que luches hasta el final, hazlo por mí, por las promesas que hemos hecho, tienes que vivir por los dos.
Me temblaban los labios, pero le pude decir lo que sentía: que lo amaba y que me había hecho la persona más feliz del mundo, mostrándome lo que había más allá de mi vida llena de lujos, y que lo amaba.
Perdí el conocimiento y cuando me desperté escuché los gritos de un navegante que preguntaba si alguien estaba vivo.
-Jack, Jack, vienen a buscarnos. Jack despierta…
Solté sus manos heladas y observe como el cadáver de la persona a la que amaba descendía lentamente hacia el fondo del océano, donde estaría eternamente, sin poder hablar, ni respirar y sin poder amarme.
-No lloréis, gracias a Jack conseguí cambiar el rumbo de mi vida y vivir lo que prometimos que viviríamos juntos .Y respecto al colgante, siento no poder seros de más ayuda pero lo que es del océano debe quedarse en el, es su lugar, al igual que mis recuerdos.

2 comentarios:

  1. Mago Merlin he publicado este relato dos veces, por que he hecho unas cuantas modificaciones . Este es el relato que euiero que lea, atentamente:
    Penelope Glamour

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  2. Penélope, me gusta mucho como escribes. Un ejemplo: "Solté sus manos heladas y observé como el cadáver de la persona a la que amaba descendía lentamente hacia el fondo del océano, donde estaría eternamente, sin poder hablar, ni respirar y sin poder amarme". ¡Requetebien! Y podría elegir otros fragmentos igualmente buenos.
    Un saludo, intrépida conductora.

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